Todo el mundo está hablando de blockchain. Que si es la tecnología de futuro, que si en Londres o Suiza pagan más de 100.000,00 € a programadores de Ethereum…
A mí sinceramente, me huele a chamusquina… no me fio.
“Blockchain implica tal cambio de mentalidad, que el verdadero problema es que no somos capaces de concevir un nuevo mundo”
Lagarto, lagarto….
Si el mundo capitalista (por suerte en Corea del Norte no tienen estos problemas) se caracteriza por algo, es por la necesidad de la “novedad” de la “revolución” como motor de “valor”. Pero seamos sinceros, a veces no hay “valor” solo hay marketing.
El marketing que cuando engancha bien crea una preciosa burbuja, que aprovechan los que están podridos de dinero para hacerse más ricos (si les sale bien la jugada) y millones de pececillos que con suerte van a pillar algo de este nuevo pastel. Piénsalo bien, cuantos proyectos de Bigdata hay que no sirven para nada, o cuando hardware se ha vendido que está cogiendo polvo porque tal o cual tecnología lo iba “a petar”.
Volviendo al tema, ¿es blockchain otro “pluf”?
Blockchain ¿funciona o no funciona? o ¿funcionará o no funcionará?
Sinceramente, no tengo ni idea. Tengo tantos argumentos a favor, como en contra. Decide tú. Vamos a repasar sus características y qué aportan:
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“Blockchain proporciona una plataforma de intercambio de transacciones donde no hace falta un intermediario.”
A favor: “Si no hay intermediario, desmonta el negocio del bigdata de las empresas intermediarias, tipo Google, Facebook, Instagram, Whatsup.”
En contra: Citando a Nicolas Maquiavelo en “El Príncipe” :
“El innovador se transforma en enemigo de todos los que se beneficiaban de las leyes antiguas, y no se granjea sino la amistad tibia de los que se beneficiarán con las nuevas. Tibieza en éstos, cuyo origen es, por un lado, temor a los que tienen de su parte la legislación antigua, y por otro, la incredulidad de los hombres que nunca se fían de las cosas nuevas hasta que ven sus frutos.” – Maquiavelo en “El Príncipe”
Es decir, que los grandes no está nada interesados en que esto funcione por que se les acaba el chollo: bigdata, publicidad,… y a los gobiernos tampoco les hace gracia porque pierden el control de las transacciones, de la creación de activos de valor, aparte de la vigilancia.
A favor: “A menos intermediarios, menos costes. A menos costes, más renta disponible para lo que realmente tiene valor.”
El ejemplo es un “Amazon” donde las transacciones se realizan mediante blockchain, y por tanto, como no hay costes de infraestructuras para almacenar las transacciones.
En contra: A mi no me salen las cuentas. En mi pueblo, si un trabajo no lo haces tú, lo hace otro. Es decir, si no pagas a un intermediario para que tenga una infraestructura que gestione y almacene transacciones (de la cual tu usas una minúscula parte), por tanto ahora tienes que tener esa “minúscula parte”. Por tanto, me da igual pagárselo a el Banco Santander o tener que adquirir capacidad de proceso (servidores) …
Ya que en el fondo, si no queremos invertir en “capacidad de proceso” y ser solidarios en el blockchain, entonces tenemos que pagar con dinero de verdad a quien sí aporta… normal.
Por tanto, que estamos en las mismas. No, en las mismas no, peor.
Conceptualmente, blockchain tiene grandes costes (computacionales) al implementar la irrefutabilidad y el ser una base de datos distribuida, mucho más grandes que una arquitectura “cliente-servidor”, que al ser centralizada, es más eficiente (y más arriesgada, obviamente).
Blockchain tiene grandes costes (computacionales) al implementar la irrefutabilidad y el ser una base de datos distribuida, mucho más grandes que una arquitectura “cliente-servidor”, que al ser centralizada, es más eficiente (y más arriesgada, obviamente).
2. “Permite transacciones anónimas”
A favor: Efectivamente, toda la revolución tecnológica o transformación digital, está focalizada en la personificación del dato, que está llevando a la definición de perfiles y microsegmentaciones (desde un punto de vista de marketing), pero también a ultra vigilancia por parte del gobierno (que ni tal mal, aunque sea Hacienda), organizaciones supranacionales de inteligencia y grandes empresas.
Por otro lado, la falta de anonimato implica que muchas acciones que implican desvelar ciertos aspectos de nuestra personalidad podríamos vernos coartados debido a la presión social, política, legal o de prejuicios. Esto nos lleva a una clara falta de libertad y no de seguridad.
Las transacciones anónimas implican no solo que se quiera ocultar la identidad para eludir el castigo por un delito. Hay muchas situaciones en las que el anonimato está presente pero no le prestamos atención (si desaparece solo beneficias a algunos), por ejemplo, ¿realmente conoces o sirve para algo conocer a quien te ha vendido algo en Wallapop o en Amazon o en eBay o quien nos pone un café?
Por tanto, una plataforma basada en blockchain nos puede dar libertad.
En contra:
Muchas de las plataformas blockchain son abiertas, por ejemplo, Bitcoin. Por cierto, recuerdo que Bitcoin NO es anónimo. Se puede rastrear las transacciones ya que no está cifradas.
Pero recuerda, Bitcoin es una implementación del concepto blockchain… y podrá (y hay) múltiples plataformas que ya permiten firmar contratos anónimos.
3. “La irrefutabilidad y robustez”
A favor: Nadie tiene nada en contra de estas dos estupendas características, verdad? Bueno, salvo el coste computacional asociado… y lo poco eficiente que es tener miles de copias del mismo archivo distribuido.
En contra:
En este momento todo el pitote que se monta para dar las características anteriores hace que las transacciones sean muy lenta. Bitcoin por ejemplo, tarda unos 10 minutos en certificar una transacción.
Llámame loco, pero yo espero que una transacción se certifique en segundos o menos.
¿qué pasa con planteamientos de compartición de datos en un blockchain semi-público? Por ejemplo, que una infraestructura (o muchas) IoT vuelquen sus datos para ser consumidos (previo pago) por otros. Si millones de datos tardan minutos en ser certificados, es posible que esos datos ya estén viejos.
Me consta que hay varias iniciativas para dotar de velocidad a estas infraestructuras, como las “tangle” que más que una cadena es un churro.
4. “Los nuevos modelos de negocio”
Lo mejor lo he dejado para el final. Realmente lo único que me hace inclinar la balanza a favor de la tecnología blockchain es que creo que es el combustible de una nueva revolución.
Blockchain (simplificando ya que hay múltiples arquitectura similares que no se parecen en nada una cadena de bloques) será una arquitectura que traerá modelos de negocio disruptivos.
Estos nuevos modelos de negocio, por desgracia, no serán los actuales modelos “refritos” con nueva tecnología (como odio llamar transformación digital a evolución tecnológica). Estos nuevos modelos utilizarán las características diferenciadoras para apoyarse sobre ellas y generar valor. Valor sustanciado en:
- simplicidad en la integración de datos entre plataformas
- desintermediación de los procesos de negocio.
- desubicación de la información, como estos chicos: https://minebox.io/
- desubicación de los procesos de negocio, así como su externalización y computació distribuida.
- la seguridad que da la desconfianza mutua que lleva a una búsqueda constante del fallo y su arreglo.
- Reducción de costes por supervisión, por ejemplo, votaciones, transferenica de dinero, pago de impuestos, firma de contratos….
- Transparecia en negocio que lo exigen, como las donaciones. https://helperbit.com/
Pero por ahora, es una tecnología buscando un problema que resolver, como cuestiona Jason Bloomberg, en Forbes